Hasta en tanto no esté elaborada por parte del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo la Guía Técnica «no vinculante» que contempla la Disposición Final Primera del Real Decreto que nos ocupa, podemos utilizar distintos instrumentos que, de menor a mayor complejidad y sin tener carácter excluyente, a continuación se citan:
CHECK LIST:
Se propone un modelo en la tabla 13-3.
SÍ | NO | NO SABE/NC | |
De acuerdo con la naturaleza del trabajo, se han identificado los potenciales agentes biológicos. | |||
Se evalúan los riesgos biológicos con motivo del ingreso del personal. | |||
Se evalúan los riesgos biológicos con motivo del cambio de puesto de trabajo. | |||
Se evalúan los riesgos biológicos periódicamente. | |||
Se conocen las enfermedades que pueden originar los microorganismos presentes en el centro de trabajo. | |||
Los trabajadores expuestos reciben formación adecuada y suficiente a sus responsabilidades que les permita desarrollar sus tareas y prevenir riesgos profesionales. | |||
Los trabajadores son informados del grado de peligrosidad de los contaminantes biológicos. | |||
Dispone la empresa del listado de trabajadores expuestos. | |||
Se sustituye la utilización de agentes biológicos muy nocivos por otros menos perjudiciales, si ello es posible. | |||
Se reduce al mínimo posible el número de trabajadores expuestos. | |||
Se han establecido procedimientos de trabajo adecuados para reducir el riegos biológico al nivel más bajo posible. | |||
Existen zonas diferenciadas que reunan los requisitos recoman- dables para manipular los distintos contaminantes biológicos. | |||
Se prohíbe comer y beber en las zonas de trabajo en las que hay presencia de agentes biológicos. | |||
Es obligatorio el uso de prendas de vestir y otros equipos de protección personal. | |||
Se proporciona a los trabajadores medios de protección individual. | |||
Se concede tiempo libre para el aseo personal antes de las comidas y de abandonar el puesto de trabajo. | |||
Los locales son objeto de la necesaria limpieza, desinfección y desinsectación. | |||
Las medidas de contención empleadas son las adecuadas de acuerdo con el tipo de agente biológico. | |||
El centro de trabajo dispone de instalaciones sanitarias adecuadas (duchas, vestuarios, lavabos, etc.) y áeras de descanso (comedor o zona de fumadores). | |||
Se evita que los trabajadores expuestos a riesgos biológicos puedan sufrir cortes, pinchazos, arañazos, etc. | |||
Los trabajadores reciben vacunación especifíca. | |||
Los trabajadores son informados sobre la evaluación y sus resultados. | |||
Los trabajadores son informados sobre las medidas correctoras. | |||
Se efectúa la notificación a la autoridad de los tipos de agentes biológicos y del listado de los trabajadores expuestos. | |||
Se hacen reconocimientos médicos previos. | |||
Se hacen reconocimiento médicos puntuales. | |||
Se ha establecido un plan de emergencia frente a accidentes mayores. | |||
Existe un programa de gestión de residuos (clasificado, etiquetado y tratamiento). | |||
Está definido un protocolo de primeros auxilios y disponen de medios para llevarlo a cabo. |
Tabla 13-3: CHECK LIST
Pasa por las etapas siguientes:
- Descripción del puesto de trabajo: supone el estudio del proceso de trabajo y tareas llevadas a cabo en el puesto/s objeto de estudio.
- Evaluación de los problemas higienicos: Tomando en consideración los datos aportados por los trabajadores y la observación del puesto/s de trabajo y utilizando criterios de referencia.
- Elaboración de conclusiones.
Se realiza de acuerdo con diversas variables, como las que se indican en la Tabla 13-4:
Tabla 13-4: VARIABLES UTILIZADAS EN LA TOMA DE MUESTRAS |
La toma de muestras puede llevarse a cabo mediante alguno/s de los siguientes métodos de muestreo:
Este método consiste en ubicar placas de Petri, conteniendo medio de cultivo adecuado, en aquellas zonas escogidas para el muestreo.
Tras el periodo de muestreo se recogerán placas y se procesarán según las técnicas analíticas microbiológicas más apropiadas.
Consiste en hacer borbotear un volumen de aire a través de una solución isotónica contenida en un frasco lavador y la posterior determinación cuantitativa por los métodos microbiológicos habituales.
Consiste en filtrar un volumen de aire a través de filtros de gelatina, incubándolos posteriormente sobre medios de cultivo apropiados.
Este método se basa en la retención de microorganismos libres o de microorganismos aerotransportados, adheridos a partículas de polvo, en placas conteniendo medios de cultivo. Utiliza alguno de los siguientes sistemas:
* Recolector de Andersen
Un volumen de aire es forzado a pasar a través de 6 niveles en los que se encuentran placas con medio de cultivo.
La velocidad del aire aumenta de nivel en nivel consiguiéndose una separación por tamaño de partícula.
* Recolector RCS (Reuter centrifugal system)
Un volumen de aire es impulsado por una hélice sobre una cinta de plástico portadora de alveolos yuxtapuestos que contienen el medio de cultivo adecuado.
Partículas y microorganismos aerotransportados son proyectados por acción de la fuerza centrífuga sobre el medio de cultivo. [1]
* SAS (Surface Air System)
Un volumen de aire es aspirado y conducido a través
de una superficie perforada sobre una placa conteniendo un
medio de cultivo adecuado (Placa Rodac).
En la tabla 13-5 se resumen las principales ventajas y desventajas de los diferentes muestreadores ambientales de contaminantes biológicos.
SEDIMENTACIÓN | RECOGIDA EN MEDIO ACUOSO | FILTRACIÓN | IMPACTACIÓN | |||
PLACA PETRI | IMPINGER | ANDERSEN | RCS | SAS | ||
BAJO COSTO | SI | NO | ||||
MANEJABILIDAD | SI | SI | NO | SI | SI | |
DESECACIÓN | SI | SI | SI | SI | SI | SI |
MEDICIONES CUANTITATIVAS | NO | SI | SI | SI | SI | SI |
CONTAMINACIÓN | SI | SI | ||||
SEPARACIÓN POR TAMAÑO DE PARTÍCULA | NO | NO | NO | SI | NO | NO |
REPRODUCTIVIDAD | SI | SI | SI | SI | SI | |
INDEPENDENCIA DE LA RED | SI | SI | SI | SI | SI | |
PREPARACIÓN PROPIA DE MEDIOS DE CUTIVO | SI | SI | SI | NO | SI | |
PROGRAMACIÓN TIEMPO/VOLUMEN DE MUESTREO | NO | SI | SI | SI | SI | SI |
VALORACIÓN DE AMBIENTES ASEPTICOS | NO | SI | NO | NO | SI | SI |
Tabla 13-5: VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LOS MUESTREADORES AMBIENTALES DE CONTAMINANTES BIOLÓGICOS
* Placa de contacto
Esta placa que contiene un medio de cultivo adecuado, en ligero exceso, se coloca sobre la superficie a muestrear; presionando sobre la misma y manteniéndola inmóvil durante el contacto.
La base de la placa se halla reticulada y presenta una superficie de dimensiones conocidas.
* Frotis (Swab-rinse)
Este método se basa en la utilización de torundas estériles de algodón, que nos permiten muestrear zonas de difícil acceso para las placas de contacto.
Las torundas de algodón se colocan posteriormente sobre un medio de cultivo adecuado.
En la mayoría de los métodos de muestreo contemplados el soporte en que se recogen los contaminantes biológicos es una placa que contiene un medio de cultivo que permitirá el crecimiento de los contaminantes biológicos captados.
Es evidente que en el medio ambiente y en las manos de la persona que ha de tomar las muestras están presentes microorganismos inocuos para el hombre pero que pueden ser una importante fuente de error en la medición si, debido a que la manipulación de dichos soportes es incorrecta, estos microorganismos pueden crecer en el medio de cultivo falseando los resultados obtenidos. Por ello mencionaremos los puntos a tener en cuenta para evitar esos errores:
- Esterilización de soportes y medios de cultivo utilizados.
- Desinfección del equipo de muestreo.
- Desinfección de las manos o utilización de guantes estériles para la manipulación de las muestras.
- Sellado de los soportes hasta su utilización.
- Sellado posterior a la captación de la muestra.
- Transporte inmediato al laboratorio para su procesamiento.
- Procesamiento de las muestras mediante técnicas analíticas adecuadas.
- Almacenamiento limitado (en nevera), de las muestras.
- Destrucción de los cultivos por esterilización en autoclave y posterior eliminación de las muestras por incineración u otros métodos llevados a cabo por entidades debidamente autorizadas.
De las muestras tomadas en los diferentes ambientes laborales se puede obtener información de dos tipos. Una, cuantitativa, el número de microorganismos presentes por unidad de volumen. Habitualmente la unidad utilizada es: unidades formadoras de colonias por metro cúbico (u.f.c/m3 de aire). El análisis se realiza de forma visual, manualmente o con la ayuda de un contador de colonias.
Otro tipo de información es la cualitativa, que consiste en tipificar, las diferentes especies de microorganismos que se han captado en la muestra. Este análisis se realiza tratando las diferentes colonias que se han desarrollado en un medio de cultivo mediante técnicas que pongan de manifiesto la morfología de las diversas especies.
Con relación a los medios de cultivo a utilizar, haremos aquí una distinción entre los llamados universales, en los que crecerán un amplio número de diferentes microorganismos y los denominados específicos o restrictivos que únicamente permiten el desarrollo de un número limitado de microorganismos diferentes.
Entre los primeros tenemos:
Agar – Nutritivo, en el que crecerá todo tipo de microorganismos, y que será el adecuado para el contaje total de microorganismos viables.
Agar- Sabouraud, al que se añade cloranfenicol, y se utiliza para captar hongos y levaduras (el cloranfenicol evita el desarrollo de microorganismos que enmascararían el crecimiento de los hongos y levaduras).
Entre los específicos encontramos una gran variedad, tantos casi como tipos de microorganismos diferentes pueden presentarse, como por ejemplo:
• Medio Mc Conkey: para enterobacterias • Medio – Chapman: para estafilococos
• Agar – Sangre: para estreptococos • Tripticase – Soy – Agar: para brucelas
La elección de uno u otro irá en función del grado de conocimiento sobre los agentes patógenos que se espera encontrar en un ambiente. Pero no es de descartar la utilización simultánea de ambos sistemas para asegurar una completa captación de todos los posibles agentes infecciosos presentes, dado que en la mayoría de los casos no es posible una identificación previa de los mismos.
Del mismo modo que ocurre cuando se trata de valorar la exposición a contaminantes químicos, una vez identificados los contaminantes biológicos y estimadas sus concentraciones en el medio ambiente de trabajo, se procederá a la valoración «comparando para cada contaminante objeto de estudio el valor de su concentración ambiental, con el valor de referencia máximo admisible para dicho contaminante». Este valor de referencia máximo admisible o criterio de valoración, para el caso de los contaminantes biológicos, no está establecido a nivel normativo en nuestro país ni en los de nuestro entorno socio-económico. Tampoco existen criterios de valoración de tipo técnico «no vinculantes» a estilo de los TLV’S de la ACGIH para contaminantes químicos, siendo ello debido quizás a la existencia de una gran variabilidad de factores propios de la naturaleza de los contaminantes biológicos (su capacidad de reproducción, el hecho de que en una misma especie microbiana existan cepas con distinto poder patógeno o que alteraciones de factores ambientales tales como la temperatura, humedad, etc… puedan condicionar su presencia en un determinado ambiente) que inciden en la dificultad de establecer unos criterios de valoración generalizados y válidos para cualquiera que sea la situación problema planteada.
¿Por qué no existen criterios numéricos de valoración?
La comisión para los bioaerosoles de la ACGIH (American Conference of Governmental Industrial Hygienist) explica las razones por las que, hoy por hoy, no es posible establecer dichos criterios:
a) Un valor límite de exposición general para la concentración de los bioaerosoles cultivables (hongos y bacterias totales) o contables (polen total, esporas de hongos o bacterias) no tiene justificación científica porque:
* Los bioaerosoles son mezclas complejas de diferentes clases de partículas.
* Las respuestas de los seres humanos a los bioaerosoles varían desde efectos inocuos hasta enfermedades graves, dependiendo del agente específico y de los factores de susceptibilidad de cada persona.
* Las concentraciones de los bioaerosoles cultivables y contables dependen del método de toma de muestra y análisis. No es posible recoger y evaluar todos los componentes de los bioaerosoles utilizando un único método de muestreo.
b) No se han establecido valores límite de exposición para los bioaerosoles individuales cultivables o contables para prevenir la irritación o las respuestas tóxicas o alérgicas. Actualmente, la información relativa a las concentraciones de los bioaerosoles individuales cultivables o contables que han producido irritación o respuestas tóxicas o alérgicas procede, en su mayor parte, de estudios de casos que contienen sólo datos cualitativos de exposición. Los datos epidemiológicos que existen son insuficientes para describir las relaciones exposición-respuesta. Las razones de la ausencia de unos datos epidemiológicos de calidad para establecer esa relación son:
- La mayor parte de los datos de las concentraciones de los bioaerosoles específicos proceden más de medidas indicadoras que de la determinación de los agentes causantes reales. Por ejemplo, la determinación de hongos cultivables se utiliza para representar la exposición a los alérgenos. Además, la mayor parte de las determinaciones proceden de los puntos de acumulación de estos agentes (reservorios) o de las muestras del aire ambiental. Es poco probable que estas aproximaciones representen exactamente la exposición humana a los agentes causantes reales.
- Los componentes y las concentraciones de los bioaerosoles varian ampliamente. Los muestreadores de aire más comúnmente utilizados sólo toman muestras «puntuales» en períodos cortos de tiempo y estas muestras aisladas pueden no representar la exposición humana. Las muestras puntuales en períodos cortos de tiempo pueden contener una cantidad de un bioaerosol en concreto en órdenes de magnitud superiores o inferiores a la concentración media ambiental. Algunos organismos liberan aerosoles como «concentraciones de irrupción» que raramente pueden detectarse utilizando muestras puntuales.
c) Para algunos bioaerosoles infecciosos hay datos de dosis-respuesta. Actualmente, los protocolos de muestreo ambiental para los agentes infecciosos son limitados y adecuados solamente como tentativa científica. Los métodos tradicionales de salud pública, incluyendo los de inmunización, descubrimiento del agente activo y tratamiento médico siguen siendo las defensas primarias frente a los bioaerosoles infecciosos. En ciertos servicios públicos y médicos con riesgo elevado para la transmisión de la infección (por ejemplo, la tuberculosis), se deberían emplear controles de la exposición para reducir las posibles concentraciones ambientales a los agentes patógenos virulentos y oportunistas.
d) Los contaminantes de procedencia biológica que son analizables son sustancias producidas por la materia viva, que se pueden detectar utilizando ensayos químicos, inmunológicos o biológicos y comprenden a las endotoxinas, micotoxinas, alérgenos y compuestos orgánicos volátiles. Los hechos todavía no respaldan el establecimiento de valores límite de exposición para ninguna de estas sustancias analizables. Los métodos de ensayo para ciertos aeroalergenos comunes y endotoxinas están avanzando constantemente. También, las técnicas moleculares innovadoras están permitiendo analizar la concentración de organismos específicos, detectados normalmente sólo por cultivo o recuento. En estudios experimentales y ocasionalmente en estudios epidemiológicos se han observado relaciones dosis-respuesta para algunos bioaerosoles analizables. Asimismo, está progresando la validación de estos ensayos en el puesto de trabajo.
La Comisión para Bioaerosoles de la ACGIH ha desarrollado unas guías para la evaluación de la exposición a contaminantes biológicos en ambientes interiores. Estas guías tienen en cuenta la valoración médica de los síntomas, la evaluación del funcionamiento del edificio y el juicio profesional.
En ausencia de criterios numéricos de valoración, es necesario decidir con antelación los criterios de interpretación que serán utilizados para determinar si un ambiente está o no contaminado. En términos generales, de acuerdo con HERNÁNDEZ, A., se podrían considerar los siguientes criterios de interpretación de los resultados obtenidos:
- Los tipos y frecuencias relativas de los contaminantes biológicos en el ambiente con problemas y en un ambiente «control» (el exterior u otro local sin problemas).
- La evidencia médica de que una infección o alergia ha sido causada por un contaminante biológico específico.
- Las relaciones existentes entre el ambiente interior y el ambiente control pueden indicar posibles amplificaciones.
- La evaluación de los reservorios y las posibilidades de amplificación y de diseminación.
A continuación, y a título de ejemplo, se incluyen las guías para la interpretación de los resultados elaboradas por expertos en la materia, en ocasiones fruto de sus experiencias, y clasificadas según los grupos de organismos más frecuentes en la composición de los bioaerosoles.
Virus
Muchas de las enfermedades asociadas a los virus presentan síntomas bien definidos, por lo que la existencia de una enfermedad es la demostración de que el virus estuvo presente.No se conoce el número de partículas necesarias para causar una infección en un individuo susceptible, aunque algunas evidencias sugieren que un único virus es capaz de iniciar la infección. Por el momento no existen pruebas de que la exposición a virus pueda causar intoxicaciones o sensibilizaciones.
El hecho de que los virus sean parásitos obligados (necesitan de un ser vivo para su desarrollo) y, por lo tanto, sean las personas las que actúan como amplificadores y diseminadores (el habla, los estornudos o la tos), hace innecesaría la evaluación del ambiente control. Factores tales como el aumento de la ocupación o una escasa renovación del aire pueden contribuir al aumento de la tasa de contagio.
Bacterias
Por lo general, en ambientes en los que no se ha detectado ninguna amplificación específica, las bacterias dominantes deberían ser las correspondientes a la flora bacteriana normal humana, es decir, bacterias Gram positivo pertenecientes a los géneros Micrococcus y Staphilococcus.Las concentraciones ambientales elevadas de estos tipos de bacterias, que se encuentran en la piel y en las secreciones respiratorias, indican que los niveles de ocupación son altos y/o que la renovación del aire es insuficiente.
Si las bacterias dominantes son Gram negativo, eso indicaría la existencia de focos de contaminación inusuales; por ejemplo, niveles elevados de bacterias Gram negativo, oxidasa negativa y fermentadoras de la glucosa sugieren un foco de contaminación de origen gastrointestinal (extracciones de los lavabos); si las bacterias encontradas son Gram negativo, oxidasa positiva y sus colonias son de color amarillo, el foco de contaminación más probable son aguas estancadas y contaminadas.
Algunos autores ha sugerido la cifra de 4.500 unidades formadoras de colonias (ufc) por m3 de aire, como límite superior de concentración de bacterias totales para interiores y en climas subárticos. Esa cifra sólo es aplicable para organismos de origen humano y excluyendo cualquier tipo de patógenos, no siendo tampoco aplicable para climas más cálidos.
Endotoxinas
Las endotoxinas son componentes (lipopolisacáridos) de las membranas externas de las bacterias Gram negativas. Son compuestos altamente tóxicos que pueden causar fiebre y malestar, alteraciones en el número de leucocitos, alteraciones respiratorias, etc. Algunos autores sugieren niveles de entre 100 y 1.000 veces superiores a los niveles medidos en los ambientes control.
Hongos
El origen de los hongos que habitualmente se encuentran en los ambientes interiores es mayoritariamente el exterior, por lo que preferentemente se utilizará éste como ambiente control.
Las diferencias en las relaciones entre los hongos del interior y del exterior dependen, fundamentalmente, del sistema de ventilación disponible. Esta relación es prácticamente idéntica cuando el edificio está ventilado de forma natural, mientras que, en edificios ventilados de forma mecánica, incluso en los que el sistema de filtración es deficiente, la concentración de hongos encontrados en el interior debería ser inferior a la presente en el exterior. En cualquier caso, los diferentes tipos de hongos encontrados del interior deberían corresponder a las especies del exterior propias de la estación climática.
Los niveles de hasta 100 ufc/m3 de hongos saprofitos pueden ser considerados normales, siempre y cuando se trate de ambientes en los que no exista población con deficiencias o enfermedades del sistema inmunitario.
Micotoxinas
Durante los procesos de destrucción de la materia orgánica, utilizada como fuente de energía por los hongos, se producen metabolitos secundarios; algunos de ellos son tóxicos para las bacterias (antibióticos), mientras que otros lo son para los animales y los seres humanos (micotoxinas: tricotecenos y aflatoxinas).
La exposición a estos compuestos se relaciona, básicamente, con ambientes agrícolas y el almacenamiento de grano. Los efectos para la salud que han sido descritos son: su potencialidad para inducir procesos cancerígenos, el deterioro del sistema inmunitario y daños en diversos órganos como son el corazón, el hígado o los riñones.
En la actualidad se dispone de algunos datos sobre las dosis a las que algunas micotoxinas producen efectos adversos para la salud. Diversos tricotecenos se caracterizan por tener dosis letales para el 50% de los individuos expuestos inferiores a 1mg/kg (vía digestiva). La aparición de efectos crónicos (cáncer) en relación con la exposición a aflatoxinas puede ocurrir a dosis del orden de pg/Kg. Es bastante probable que los efectos crónicos causados por la exposición a micotoxinas sean amplificados cuando la vía de entrada en el organismo sea la inhalatoria.
La identificación y evaluación de los riesgos debidos a la exposición a micotoxinas es compleja y requiere, en general, del muestreo tanto de los hongos que las producen como de cada tipo de micotoxina. El hecho de encontrar hongos productores de micotoxinas en muestras ambientales no siempre es evidencia de que exista exposición a las mismas.
Muchas de las cepas de los hongos denominados toxigénicos no producen micotoxinas de una forma rutinaria y algunos sólo las producen en condiciones de laboratorio. En muestreos ambientales con medios de cultivo inespecíficos, algunos de estos hongos no pueden competir con otras especies de hongos, por lo que los niveles de hongos toxigénicos son inferiores a los niveles ambientales reales. No obstante, el hecho de encontrar niveles inusuales de hongos toxigénicos debería ir acompañado del muestreo ambiental de toxinas específicas.
Protozoos
El tamaño de estos organismos hace que su presencia en los bioaerosoles sea menos frecuente, ya que tienden a sedimentar rápidamente. Si existieran evidencias de que algún tipo de problema se puede relacionar con organismos patógenos de este grupo, se deberían analizar sus reservorios (humidificadores, aguas estancadas), para poder determinar el origen de los problemas y eliminar los focos de contaminación.
Antígenos
Desde los años 20 se han reconocido las alergias al polvo doméstico. En las últimas décadas se ha realizado un progreso considerable en la identificación, purificación y caracterización de los alérgenos producidos por los ácaros del polvo doméstico, sobre todo los producidos por las especies del ácaro Dermatophagoides (Der p I y II, Der f I y II y Der m I y II).
Algunos autores han propuesto los valores de antígeno de ácaros en polvo que pueden causar sensibilización y la aparición de síntomas en personas sensibilizadas (Tabla 13-6).
CONCENTRACIÓN pg Der p I/g o Der f I/g DE POLVO | NIVEL DE RIESGO |
< 2 | Bajo |
2-10 | Significativo |
> 10 | Alto |
Tabla 13-6: CONCENTRACIONES DE ANTÍGENO DE ÁCAROS EN POLVO Y RIESGO ASOCIADO
Sin embargo, todavía no se han propuesto valores límites de concentración para otros antígenos ambientales; no obstante, debido a que los individuos sensibilizados reaccionan frente a dosis muy bajas de antígeno, no se debería aceptar ningún valor de concentración como seguro para esas personas.
Por otra parte, unos niveles muy bajos de antígeno, probablemente, no constituyen un riesgo de sensibilización para nuevos pacientes. De todo ello se desprende que la aplicación de todas las medidas de control disponibles que rebajen los niveles ambientales de antígeno pueden hacer que un edificio sea seguro para los ocupantes no sensibilizados, pero no para todas aquellas personas que hayan desarrollado la enfermedad a consecuencia de su permanencia en el edificio.