De todos es conocido que el sector de la construcción es uno de los sectores con mayores índices de siniestralidad, que viene dada por su particular idiosincrasia, tanto desde el punto organizativo (gran número de empresas en un centro de trabajo, mucha movilidad de puestos de trabajo, interferencias de varias empresas en un puesto de trabajo, etc.), como desde el punto de vista del personal (poca formación de los trabajadores en materia de prevención de riesgos, excesiva rapidez para la ejecución de trabajos -trabajos a destajo o a precio fijo-, contratos de trabajo por periodos muy cortos, etc.).
Las medidas de prevención de riesgos que deben ser aplicadas en las obras de construcción vienen marcadas por el entorno físico de la obra. La variabilidad del mismo hace que deban adaptarse continuamente a la fase de la obra para mantener su eficacia.
Figura 17-5
El Real Decreto 1627/97 sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud para las obras de construcción, es de aplicación para todas las obras de construcción en el territorio español, exceptuando a las industrias extractivas a cielo abierto o subterráneas o por sondeos, que disponen de normativa especifica.
Esta nueva norma amplia el número de obras donde existe la obligatoriedad de Estudios de Seguridad y Salud y establece la inclusión de Estudios Básicos de Seguridad y Salud en obras de menor entidad. Así mismo se crea la figura del Coordinador de Seguridad y Salud tanto en proyecto como durante la ejecución.
Es cualquier obra pública o privada, en la que se efectúen trabajos de construcción o ingeniería, esto es desde tareas de derribos, movimientos de tierras, mantenimiento, reparaciones, rehabilitación, instalaciones, conservación saneamiento, las propias de construcción, etc.
Además de los trabajadores por cuenta ajena, protagonistas en todas las disposiciones referentes en seguridad y salud, el R.D. define al promotor, persona física o jurídica por cuenta de la cual se realiza la obra. Esté encargará a los proyectistas, la totalidad o parte del proyecto y designará a un Técnico competente la coordinación de los principios generales de seguridad en la fase de proyecto o durante la ejecución de la obra (coordinador en materia de seguridad y salud) y designará al Técnico o Técnicos competentes encargados de la dirección y control de la ejecución de la obra (dirección facultativa).
- En la elaboración del proyecto: Cuando intervengan varios proyectistas.
- Durante la ejecución de la obra: Cuando intervengan más de una empresa o una empresa y trabajadores autónomos.
La designación de Coordinador tanto en fase de proyecto como en ejecución podrá recaer sobre la misma persona.
La designación de Coordinadores NO exime al promotor de sus responsabilidades.
Siempre que se dé una de estas condiciones, el promotor estará obligado que en la fase de proyecto se elabore un Estudio de Seguridad y Salud
- El presupuesto de ejecución sea superior a 75 millones de pesetas. En este presupuesto debe incluirse el impuesto del valor añadido (I.V.A.), el beneficio industrial y los gastos generales, lo cual supone un presupuesto de ejecución «neto» de unos 54 millones aproximadamente.
- La duración estimada sea superior a 30 días laborables y se empleen, en algún momento, más de 20 trabajadores simultáneamente.
- El volumen de mano de obra estimada sea superior a 500 «jornales» (días de trabajo del total de trabajadores).
- En obras de túneles, galerías, conducciones subterráneas y presas.
Siempre que no sea obligado el Estudio de Seguridad y Salud, el promotor estará obligado, en la fase de proyecto, a encargar la elaboración del Estudio Básico de Seguridad y Salud.
Lo elabora el Coordinador en materia de Seguridad y Salud durante la elaboración del proyecto de obra. El Estudio de Seguridad y Salud formará parte del proyecto de ejecución de la obra.
El Estudio contendrá, como mínimo:
- Memoria Descriptiva de los procedimientos, equipos técnicos y medios auxiliares, identificación de riesgos y sus medidas técnicas para evitarlos, riesgos no evitables y sus medidas de control y reducción. Asimismo se realizará una descripción de los servicios sanitarios y comunes de al obra.
- Pliego de condiciones particulares, donde se indiquen las normas legales y reglamentarias aplicables y las prescripciones de obligado cumplimiento para esta obra.
- Planos y detalles para una mejor definición y comprensión de las medidas preventivas.
- Mediciones y presupuesto de todas aquellas unidades o elementos de seguridad y salud definidos o proyectados. El presupuesto deberá hacer referencia al cuadro de precios sobre el que se calcula y solo figurarán partidas alzadas en elementos u operaciones de difícil cualificación.
Deberá realizarlo un técnico competente designado por el promotor o el Coordinador de Seguridad durante la elaboración de proyecto, si es obligada esta figura, según lo indicado en el apartado 3.°.
Deberá precisar las Normas de Seguridad y Salud aplicables, con su correspondiente identificación de riesgos, las medidas técnicas para evitarlos, especificando las medidas preventivas y protecciones, valorando su eficacia cuando se traten de medidas alternativas.
El Plan de Seguridad y Salud lo elabora cada contratista, en aplicación del Estudio de Seguridad y Salud o en su caso el estudio básico. En él se estudiará, analizará, desarrollará y complementará el Estudio, en función del sistema constructivo propio del contratista.
En el Plan se podrán dar propuestas alternativas, justificándolas técnicamente y sin que impliquen disminución de los niveles de protección previstos e incluirá valoración económica que no podrá implicar disminución del importe total. Deberá ser aprobado, antes del inicio de la obra, por el Coordinador de Seguridad y Salud.
EL PLAN DE SEGURIDAD Y SALUD CONSTITUYE EL INSTRUMENTO BÁSICO DE ORDENACIÓN DE LAS ACTIVIDADES DE IDENTIFICACIÓN Y, EN SU CASO, EVALUACIÓN DE RIESGOS Y PLANIFICACIÓN DE LA ACTIVIDAD PREVENTIVA.
El Plan de Seguridad y Salud estará en la obra a disposición permanente de quienes intervengan en la ejecución de la obra, personas u órganos con responsabilidad en materia de prevención de riesgos y los representantes de los trabajadores, quienes podrán presentar por escrito y de forma razonada las sugerencias y alternativas que estimen oportunas.
- Aplicar los principios de la acción preventiva.
- Cumplir y hacer cumplir a su personal lo establecido en el plan de seguridad y salud.
- Cumplir la normativa en materia de prevención de riesgos.
- Informar e informar a los trabajadores autónomos sobre medidas preventivas
- Atender las indicaciones y cumplir las instrucciones del coordinador de seguridad y salud.
- Los contratistas y subcontratistas responderán solidariamente de las consecuencias que se deriven del incumplimiento de las medidas previstas en el plan de seguridad e salud.
- Las responsabilidades de los Coordinadores, de la Dirección Facultativa y del Promotor no eximirán de sus responsabilidades a los Contratistas y Subcontratistas.
Es un libro con HOJAS POR DUPLICADO que sirve PARA EL CONTROL Y SEGUIMIENTO DEL PLAN de Seguridad y Salud, que será proporcionado por el Colegio Profesional del Técnico que haya aprobado el Plan. o por la Oficina de Supervisión de Proyectos, si se trata de obras de la Administración.
Este libro estará siempre en obra, en poder del Coordinador o de la Dirección Facultativa (si no existe Coordinador). PODRÁN REALIZAR ANOTACIONES la Dirección Facultativa, los contratistas, los subcontratistas, las personas u órganos responsables en materia de prevención de las empresas que intervienen en la obra, los representantes de los trabajadores y Técnicos de las Administraciones públicas competentes. Cuando se efectúen anotaciones, el Coordinador deberá remitir una copia a Inspección de Trabajo y Seguridad Social de la provincia, en plazo máximo de 24 horas, notificar las anotaciones a los contratistas afectados y sus representantes de los trabajadores.
- Los contratistas y subcontratistas deberán GARANTIZAR que los trabajadores reciban FORMACIÓN E INFORMACIÓN adecuada de todas las medidas que deban adoptarse.
- A efectos de consulta y participación de los trabajadores e independientemente de lo dispuesto en el artículo 18 de la Ley 31/95, el contratista entregará una copia del plan de seguridad y salud a los representantes de los trabajadores en el centro de trabajo.
En la actividad de construcción se dan prácticamente todos los riesgos presentes en las actividades industriales en función de los trabajos que se realicen. Por ello y como referencia se dará una lista de riesgos y las diversas situaciones que los provocan.
En los Estudios y Planes de Seguridad y Salud de las obras de construcción se emplea el esquema contrario: se citan las operaciones que se realizan y los riesgos que plantea cada una.
Golpes, cortes con objetos
Este riesgo está presente en todas las fases de una obra: desde la demolición hasta los acabados o instalaciones.
Se encuentra presente además en todas sus variantes:
- Contra objetos inmóviles, en acopios de materiales de diferentes tamaños, nuevos y cascotes, por acceso a zonas con poco espacio. Teniendo afectada cualquier parte del cuerpo.
- Contra objetos móviles, en la manipulación manual y mecánica de cargas.
- Por el uso de herramientas portátiles, sean de accionamiento manual o accionamiento mecánico. Las partes principales afectadas suelen ser aquí las extremidades superiores.
- En la utilización de maquinaria diversa de obra: sierras circulares, hormigoneras, montacargas,…
Pisadas sobre objetos
Este riesgo se da en casi todas las fases de la obra exceptuando algunas de acabados e instalaciones, que se realizan con los solados colocados.
Las causas principales son:
- La falta de orden y limpieza: presencia de cascotes en demoliciones, trozos de madera y clavos en la realización de estructuras de hormigón, o recortes de hierro y caldo frío de soldadura en estructuras metálicas.
- La irregularidad de los suelos en todas las fases de la obra hasta la colocación de los solados definitivos
- Discontinuidades en plataformas de trabajo.
Caídas al mismo nivel
Éste está relacionado con los dos anteriores. Su principal factor causante es la falta de orden y limpieza en las zonas de trabajo y de paso así como la falta de regularidad en las superficies por donde los trabajadores se mueven.
En un principio, la severidad de daño no se considera elevada en ninguno de los tres casos. Sin embargo es preocupante la frecuencia con la que se repiten, lo que viene a repercutir en lentos deterioros de salud y en elevado número de horas perdidas.
Caídas a distinto nivel
No es éste, afortunadamente, un tipo de accidente con una frecuencia relativa muy elevada, pero si causa una elevada conciencia de riesgo porque sus consecuencias son siempre previsiblemente graves.
Se da en la mayor parte de las fases de una obra cuando no existe una protección adecuada. Se debe hacer especial hincapié en el mismo porque se trata de un accidente claramente evitable. Es inevitable la realización de trabajos en altura en una obra de construcción, pero es siempre evitable el riesgo de caída. Para cada fase de obra existen protecciones colectivas adecuadas que los encargados de obra están obligados a utilizar. Y cuando éstas puedan resultar insuficientes será necesario utilizar medidas de protección individual: el cinturón de seguridad de tipo arnés.
Como ejemplo, un caso particular de la fase de instalaciones: la colocación de antenas en el tejado. Suele realizarse en el estadio final de la obra y habitualmente, en ese momento ya se han quitado las protecciones colectivas que se utilizaron para la realización y acabados de la cubierta. El resultado es que los «antenistas», suelen tener accesos sumamente complicados, espacios de trabajo pequeños y verse obligados a emplear equipos de protección individual si quieren estar efectivamente protegidos contra el riesgo de caída.
Caídas de objetos
Este riesgo se da también en casi todas las fases de una obra. Solo en aquellas tareas que se realizan bajo techado y con todos los huecos cubiertos están exentas de él.
Se da por el contrario en todas las tareas en las que existe una manipulación manual o mecánica de cargas, y en todas las realizadas en espacios en los que hay otras personas u otras tareas que se realizan a un nivel más alto.
Otro motivo de caída de objetos es por desplome o por derrumbamiento, peligro más latente en las fases de demolición o reestructuración de viejos edificios.
Aquí, las consecuencias pueden ser muy diversas, pues se pueden considerar:
- Caídas de pequeños objetos que se manipulan manualmente y que suelen causar daños en las extremidades superiores e inferiores.
- Caídas de materiales pesados, ya sea por derrumbe o por manejo de cargas con maquinaria de elevación (grúas, cabrestantes, etc.), cuyas consecuencias pueden ser muy graves.
- Caída de materiales desde mucha altura, con lo que no hacen falta grandes pesos para que las consecuencias sean graves.
En cualquier caso, se trata de un riesgo evitable en la mayoría de las ocasiones:
- Mediante medios de protección colectiva: colocación de marquesinas en zonas de paso.
- Formación y medidas de tipo organizativo: delimitar zonas de carga y descarga, que el gruista no pase con la carga por encima de las personas, cuidando que los elementos de elevación de cargas estén en adecuadas condiciones (eslingas, estrobos, grilletes, etc.), utilizando jaulas para la elevación de materiales sueltos (palés de ladrillos, paquetes de tablones,…)
- Cuando las cargas son pequeñas, son eficaces loe Equipos de Protección Individual, el casco, el calzado de seguridad, y los guantes de protección mecánica.
Atrapamientos
Es otro de los riesgos comunes a todas las tareas que se dan en una obra de construcción, puesto que pueden suceder por los motivos más variados: manipulación manual de cargas, manutención mecánica, empleo de herramientas portátiles, tanto de accionamiento manual como de accionamiento mecánico, empleo de máquinas herramienta,… Y estás son tareas que se realizan en cualquier lugar y en cualquier momento.
Lógicamente, pueden tener consecuencias graves aquellos que se producen cuando se manejan fuerzas que sobrepasan la resistencia de las personas:
- Manipulación de cargas con equipos de elevación.
- Producidos por derrumbe de alguna parte de un edificio.
- Manejo de máquinas herramienta.
Las medidas preventivas son variables en función de lo que pueda producir dichos atrapamientos:
- Manejando aparatos para elevación y transporte de cargas: realizar correctamente los estrobados y no sujetar las eslingas en el izado, utilizar elementos como cuerdas u otros cuando hay que dirigir una carga suspendida. No situarse nunca debajo de una carga suspendida, si se colabora en el transporte de una carga: estar siempre visible por la persona que manipula el aparato de elevación.
- Reforzando las estructuras que durante la ejecución de la obra puedan colapsarse: entibación de zanjas, apuntalamiento de paredes, fachadas y elementos estructurales.
- En el manejo de máquinas herramienta: adaptación de las máquinas al RD 1215/97 y en cualquier caso, utilización de ropa ceñida y abrochada y no utilización de anillos, cadenas, pulseras, relojes u otros elementos que arrastrarían al resto del cuerpo en caso de ser cogidos.
Contra los pequeños atrapamientos, que suelen ser son más frecuentes son útiles los Equipos de Protección Individual: casco, guantes y calzado.
Quemaduras /contactos térmicos
Este es un riesgo que se encuentra presente sobre todo en tareas de soldadura y cuando se manipula cal que se mezcla con agua. Las tareas de soldadura sólo están presentes en la fase de estructuras, metálicas y de hormigón (en menor grado) y en la de instalaciones, donde se realizan soldaduras en las conducciones de agua, calefacción, gas, ascensor (en algunos casos) y en algunos acabados que se realicen a medida.
Las precauciones básicas son:
- Manipulación de piezas calientes con equipos adecuados (tenazas o pinzas).
- Utilización de equipos de protección individual (guantes, mandil)
Contactos eléctricos directos
Este es un riesgo que se materializa en pocas ocasiones pero casi siempre con consecuencias graves.
Es uno de los riesgos claramente evitables. De hecho, las únicas personas que deberían estar sometidos a él son los que realizan manipulación de instalaciones en tensión. Y estos, a su vez deberían tomar precauciones especiales para efectuar dichos trabajos.
Por desgracia, la realidad es que, en algunas obras, la instalación eléctrica no se encuentra en las condiciones adecuadas y entonces muchas personas se encuentran sometidas a este riesgo, a veces sin conocerlo.
La manera de evitar contactos eléctricos directos es tener la instalación en las debidas condiciones:
- Un cuadro eléctrico general con protección magnetotérmica y diferencial convenientemente probada y regulada, y cuadros parciales de conexión en cada planta o zona con el mismo tipo de protección.
- Una toma de tierra con el valor adecuado
- Una instalación en la que no haya partes activas al descubierto: cableado en condiciones y protegido de agresiones de tipo químico y mecánico, bases de enchufe en buen estado y normalizadas, acordes al estado de las clavijas de conexión del aparellaje a utilizar.
- Uso de tensión de seguridad (24 voltios) para la iluminación y para los aparatos que hayan de utilizarse en zonas húmedas.
- Adecuado mantenimiento de todas las herramientas eléctricas (cables, clavijas, carcasas).
Para que los que manipulan instalaciones en tensión realicen sus tareas con seguridad, se les exige: formación teórico-práctica en el método de trabajo en contacto (empleado para trabajar en tensión en baja tensión), el empleo de herramientas aisladas y material normalizado de aislamiento (protecciones colectivas y equipos de protección individual) y el seguimiento de unos procedimientos de trabajo que garanticen que no se realizarán las tareas de cualquier forma.
Contactos eléctricos indirectos
Este caso es distinto del anterior. A este riesgo se encuentran sometidos todos los que manejan algún tipo de herramienta eléctrica, incluso los que se encuentran trabajando sobre estructuras metálicas (andamios) si hay cables o maquinaria eléctrica que se encuentra en contacto con las mismas. Este riesgo se da, por tanto, en todas las fases de la obra.
Para prevenirlo, son válidas las medidas que se han dado en el punto anterior acerca de las instalaciones.
Es importante la concienciación por parte de los trabajadores y de los empresarios del hecho que muchos accidentes son provocados por herramientas eléctricas que se encuentran en estado defectuoso. Ante una herramienta en mal estado debe buscarse la reposición o reparación antes de continuar el trabajo.
Exposición a sustancias tóxicas/corrosivas
Este riesgo lo tienen en las obras de construcción aquellos trabajadores que se encuentran en contacto con cementos y hormigones, los que se encargan de tareas de pintura o manejan disolventes, y los que están realizando tareas de soldadura. Esta por tanto presente en casi todas las fases de una obra. Quizá sólo se libran del mismo los que realizan algunos tipos de instalación al final de la obra.
No suele aportar muchas lesiones graves en las obras de construcción (lo más frecuente son los casos de dermatosis), pero como accidente pueden darse casos de intoxicaciones graves en la manipulación de disolventes o ciertas pinturas en lugares cerrados y también pueden considerarse en este apartado las asfixias provocadas por trabajos en recintos confinados en los que puede haber acumulaciones de gases o falta de oxígeno.
La prevención de la exposición por contacto se debe enfocar en primer lugar a programar los trabajos y los aportes de material de forma que el trabajador deba estar en contacto con las sustancias el menor tiempo posible, y en segundo lugar a la utilización de los equipos de protección personal adecuados para proteger este riesgo en cada tarea.
Existe también un riesgo higiénico por inhalación de polvo que puede producirse en las operaciones de corte de elementos cerámicos, manejo de cementos en polvo y áridos, tareas de limpieza, etc.
En los casos de contacto, los E.P.I. serán los guantes de características adecuadas, en el caso de inhalación, filtros de acción mecánica o mecánica y química, y equipos de respiración autónoma o semiautónoma en n los casos en los que se prevea falta de oxígeno.
Proyecciones/salpicaduras
Este es un riesgo que provoca innumerables incidentes y bastantes accidentes en las obras de construcción. Está presente en casi todos los trabajos de todas las fases de la obra.
Para prevenir dicho riesgo, lo primero sería dotar a las máquinas herramienta presentes en las obras de protecciones colectivas (en aquellas que sea factible hacerlo):
- Pantallas, transparentes si es posible, de modo que situadas entre el trabajador y la pieza/herramienta, detengan las proyecciones. Si son transparentes, deberán renovarse cuando dificulten la visibilidad.
- Pantallas que aíslen el puesto de trabajo (protección frente a terceras personas).
Los trabajos que se efectúen con herramientas portátiles o herramientas de mano (que son la mayoría) harán imprescindible el uso de E.P.I. por parte de los trabajadores:
- Pantallas faciales si se trata de proyecciones de sólidos o líquidos de las que hay que proteger toda la cara.
- Gafas contra impactos con el nivel de protección mecánica adecuada a la masa y velocidad de los fragmentos o partículas que se espera recibir.
- También se deben proteger las manos mediante guantes, y si procede los antebrazos con manguitos.
- Se protegerá el cuerpo con el uso de chaquetas o mandiles de material apropiado. Sobreesfuerzos