EFECTOS DEL RUIDO SOBRE EL ORGANISMO

 

La acción de un ruido intenso sobre el organismo se manifiesta de varias formas, bien por acción refleja o por repercusión sobre el psiquismo del individuo. Podemos señalar las consecuencias siguientes:

  • Acción sobre al aparato circulatorio: aumento de presión arterial, ritmo cardiaco y vaso-constricción periférica.
  • Acción sobre el aparato muscular aumentando la tensión, sobre el aparato digestivo produciendo inhibición del mismo, sobre el aparato respiratorio modificando el ritmo, etc.

Todas estas acciones son pasajeras y se producen inconscientemente y con independencia de la sensación de desagrado o malestar.

En el orden psicológico el ruido es causa generalmente de molestia y desagrado, dependiendo de factores objetivos y subjetivos. El desagrado es más fuerte cuando los ruidos son intensos y de alta frecuencia, los ruidos discontinuos e inesperados molestan más que los habituales, el tipo de actividad desarrollada por el individuo ejerce una influencia en el desagrado que éste experimenta, etc.

Por si fuera poco, el ruido dificulta la comunicación e impide percibir las señales y avisos de peligro, hecho que puede ser también causa de accidentes.

Estructura del sistema auditivo

El oído externo se divide en dos partes, fundamentalmente; la parte exterior, llamada pabellón u oreja, y el llamado conducto auditi­vo externo.

Oído externo

El oído externo se divide en dos partes, fundamentalmente; la parte exterior, llamada pabellón u oreja, y el llamado conducto auditivo externo.

La oreja es la parte visible del sistema auditi­vo que ofrece unas carac­terísticas morfológicas adaptables a su función como primera fase del proceso de captación sonora, con un perfil receptor.

La morfología de la oreja hace que se recojan las ondas sonoras conduciéndolas hacia el canal auditivo externo que con una longitud de unos 3 cm, termina en la membrana del tímpano que se considera como frontera entre los oídos externo y medio.

En el conducto auditivo externo el sonido pasa a través del cerumen y llega a la membrana del tímpano, la hace vibrar comunicando este movimiento a su vez a los huesos del oído medio.

Oído medio

Es un espacio hueco llamado caja del tímpano. Está limitado en su parte más externa por la membrana del tímpano y en su parte más interna por la pared ósea del oído interno.

En el interior del oído medio se encuentra la cadena de huesecillos (martillo, yunque y extribo) que tienen por función unir la membrana del tímpano con el oído interno a través de la ventana oval ubicada en la pared ósea del oído interno.

El techo del oído medio lo constituye la separación de éste del lóbulo temporal del cerebro y la parte inferior lo separa de la carótida, así como la yugular.

En la parte frontal aparece la Trompa de Eustaquio, cuya función es de regulación de las presiones atmosféricas y la del oído medio. Por último, en la parte posterior aparecen las cavidades mastoideas.

En el oído medio se producen dos funciones fundamentales La primera de trasnmisión del sonido hasta el oído interno. La segunda, de transformación del sonido amplificándolo o amortiguándolo.

La transmisión del sonido se efectúa a partir del movimiento de la membrana del tímpano (comparable al que experimenta el diafragma de un teléfono) que lo comunica al martillo, éste a su vez lo transmite al yunque y éste al estribo que termina en la ventana oval, donde comienza el oído interno.

El movimiento de la cadena de huesecillos produce que la presión comunicada al martillo por la membrana timpánica que se ve aumentada en razón de la menor o mayor longitud del estribo.

Otro mecanismo transformador del sonido en el oído medio lo constituye el efecto multiplicador que supone la diferencia de superficies entre la membrana timpánica y la base del estribo, ésta mucho menor que aquélla.

Finalmente, la función del oído medio no es siempre amplificadora. Ante la recepción de fuertes sonidos los músculos de inserción de la cadena de huesecillos actúan en el sentido de limitar la movilidad de éstos, lo que constituye una forma de amortiguación.

En resumen:

El oído percibe las variaciones de presión en forma de sonidos cuando la frecuencia de la vibración se encuentra comprendida entre los 20 y 20.000 Hz de la siguiente manera:

  1. El oído externo tiene como misión fundamental el servir de conducción del sonido actuando mediante el pabellón auditivo y el conducto auditivo, percibiéndose el origen y dirección de propagación del sonido.
  2. El oído medio, que comienza en la membrana del tímpano, es el encargado de recoger las variaciones de presión que se transmiten por una serie de huesecillos (martillo, yunque, lenticular y estribo) que actúan como una sucesión de palancas constituyendo un amplificador mecánico.

Por último tenemos el oído interno, que con apariencia de caracol, es el auténtico órgano de la audición; está dividido longitudinalmente en dos partes por la membrana basilar. Las vibraciones procedentes de la ventana oval se transmiten al fluido que llena el caracol y ponen en movimiento diferentes partes de la membrana basilar en cuya cara superior se encuentran miles de células pilosas muy sensibles (células ciliadas), de
naturaleza variada -cada grupo de células es excitado por un tono de sonido determinado- que actúan como captores sensoriales y que, a través del nervio acústico, envían al cerebro los impulsos recibidos, donde son analizados e interpretados como sonidos.

El oído recibe pues dos sensaciones fundamentales: el tono que puede determinarse midiendo la frecuencia y la intensidad; también percibe el «timbre», etc.

Cuando el ruido actúa sobre el oído, dependiendo de su intensidad, el espectro de frecuencias y el tiempo de exposición, puede llegar a producir un trauma auditivo irreversible, con una lesión irreversible del órgano de Corti, dando lugar a la sordera.

Para llegar a esta situación han de darse determinadas circunstancias, bien un traumatismo lento, por actuar el ruido intenso sobre el oído y lesionar las células sensoriales o bien un accidente agudo intensivo que puede dar lugar a una deformación o lesión mecánica de la membrana basilar. Si la disminución de la capacidad auditiva es sólo temporal recibe el nombre de fatiga auditiva y desaparece a los pocos minutos de abandonar el ambiente ruidoso.

Si la exposición al ruido intenso es diaria y dura mucho tiempo, la recuperación de la sensibilidad auditiva puede ser sólo parcial. A medida que el proceso avanza se producen disminuciones de sensibilidad en la banda conversacional pasando del sordo profesional al sordo social. La sensibilidad del oído humano depende de la susceptibilidad de las personas y de la edad, produciéndose una disminución de la agudeza auditiva a medida que aumenta aquella.

Daño auditivo

La observación y el estudio de colectivos de trabajadores sometidos al ruido industrial ha podido poner de manifiesto la presencia de mayor grado de nerviosidad y/o agresividad en los trabajadores expuestos que en los que no lo están.

También pueden encontrarse trastornos de memoria, de atención, de reflejos e incluso una lenta merma de las facultades intelectivas de los trabajadores sometidos largo tiempo al ruido.

La alteración nerviosa producida por el ruido puede reflejarse en el aparato digestivo, provocando trastornos de la digestión, ardores, despepsias, etc.

Puede decirse, por último, que la exposición o moderados y altos niveles de ruido se corresponden con un aumento de la fatiga.

No obstante, el daño más importante que genera el ruido es el de la disminución de la capacidad auditiva.

Se puede considerar la sordera temporal (Temporary Threshold Shift desplazamiento temporal del dintel de audición o TTS) y la sordera permanente, como las dos formas de plantearse la disminución de agudeza auditiva.

La sordera temporal aparece cuando las exposiciones a niveles de ruido, generalmente elevados, producen elevaciones del umbral de audición que se recupera posteriormente en los periodos de no exposición, no obstante, queda siempre un resto acumulativo.

En la sordera permanente, el desplazamiento del umbral de audición debido al ruido se produce cuando la recuperación del nivel auditivo hacia la situación anterior a la agresión sonora, no tiene lugar. Este desplazamiento permanente del umbral de audición
ocurre cuando la lesión se localiza en el oído interno. En estos casos dicha lesión por trauma sonoro es cóclear.

Características de la pérdida auditiva

El desplazamiento temporal del umbral de audición (TTS) conlleva una recuperación posterior de la audición normal, al cabo de un tiempo del orden de las 10 horas, siempre que no se repita la exposición al ruido.

El desplazamiento del umbral suele alcanzar un máximo para frecuencias superiores a la octava siguiente al tono predominante de la exposición. Este desplazamiento tiende a producirse durante la primera hora de exposicón y su amplitud depende del tipo de ruido; ruidos de frecuencias altas producen mayores desplazmientos que los de frecuencias bajas.

Estudios efectuados por Trittipol demuestran que la recuperación es tanto más rápida cuanto mayor ha sido el desplazamiento, existiendo un límite del orden de 50 dB. A partir de los 60 dB, la vuelta a la normalidad es mucho más lenta, sobre todo para frecuencias superiores a 4.000 Hz, pudiendo aparecer incluso desplazamientos permanentes del umbral de audición.

Sorderas de transmisión y de percepción

La sordera se produce cuando hay un corte en el camino que recorre la onda sonora desde que es recogida por el pabellón auditivo hasta que se transmite al cerebro.

El oído externo, aparte de la obstaculización a la transmisión del sonido que pueda suponer la presencia de un tapón de cerumen, no presenta patología especial en cuanto a la sordera.

En el oído medio pueden presentarse anquilosis del tímpano por esclerosis, o de la cadena de huesecillos por artrosis, lo que daría origen a disminuciones de ampliación de los sonidos recibidos por el tímpano. Se interrumpiría, por tanto, en alguna medida la transmisión del oído medio hacia el oído interno. Nos encontramos en el caso de una sordera por transmisión. Este tipo de sordera es curable mediante tratamiento médico: quirúrgico o protésico.

Las circunstancias cambian si se considera la sordera ubicada en el oído interno. No hay ninguna forma de recuperar un oído dañado en la zona coclear o en el nervio auditivo. Nos encontraríamos en el caso irreversible de sordera como es la sordera de percepción. Las sorderas de tipo profesional son, en muchos casos, sorderas de percepción.

Para definir si la caída de audición es debida a lesión en el oído medio o en el interno, y, por tanto, si es o no de carácter irreversible, se realizan dos tipos de audiometrías: la transmisión ósea y la de transmisión aérea, que dan origen a la curva de audición ósea (CO) y a la de audición aérea (CA).

Para la construcción de la curva de audición ósea, que refleje el funcionamiento real del nervio auditivo, se emplea un vibrador óseo que, aplicado al mastoides, hace llegar el sonido al oído interno sin el concurso del oído medio. Si la (CO) presenta una disminución, a distintas frecuencias , de la agudeza auditiva nos encontramos ante una sordera de percepción irreversible. Si la curva de audición aérea (CA) está separada de la (CO) y por debajo de ésta, a las distintas frecuencias, nos encontramos con una sordera de transmisión.

Sordera de percepción

A diferencia de la sordera de transmisión (corte entre el conducto auditivo externo y la ventana de separación entre el oído medio e intermedio) y la sordera de percepción (corte desde la entrada hasta el cerebro), la Sordera de Recepción es la lesión del conjunto de células que constituyen el órgano de corti (caracol). Son células nerviosas que enlazan con células superficiales del cerebro.

RECONOCIMIENTO MÉDICO DE LA FUNCIÓN AUDITIVA

La exposición frecuente a elevados niveles de ruido produce un deterioro de las células pilosas, acompañado de una pérdida de capacidad auditiva que puede llegar a la sordera. Estas lesiones cursan sin producir síntomas de alarma previos, por lo que para poner remedio a tiempo a esta situación se deben realizar exámenes audiométricos del oído.

La audiometría es un examen de la agudeza auditiva, que se lleva a cabo con la ayuda de un aparato denominado audiómetro, que a través de unos auriculares, envía al sujeto en estudio unos sonidos puros de distinta frecuencia e intensidades crecientes.

El sujeto situado en una habitación silenciosa o mejor en una cabina insonorizada, va indicando si oye o no tales señales. Para cada frecuencia se comienza por remitir un sonido del nivel 0 dB, que es el nivel más bajo susceptible de ser captado por un oído joven y sano (umbral de audición tipo). De esta manera se puede determinar el umbral de audición del sujeto en estudio y detectar posibles e incipientes sorderas.

EVALUACIÓN DEL RIESGO DE EXPOSICIÓN AL RUIDO. EL R.D. 1316/1989

Este R. D. contempla una serie de obligaciones para el empresario y los trabajadores:

Obligaciones del empresario:

  • Proteger a los trabajadores contra los riesgos del ruido.
  • Reducir al nivel más bajo, técnica y razonadamente posible, el ruido en todos los centros de trabajo.
  • Evaluar la exposición de los trabajadores al ruido.
  • Formar e informar a los trabajadores y a sus representantes sobre las medidas de prevención del ruido.
  • Realizar el control médico auditivo
  • Proporcionar equipos de protección individual.
  • Requerir del suministrador de equipos de trabajo información sobre el ruido que producen.
  • Acondicionar acústicamente los centros de trabajo.
  • Desarrollar un programa de medidas técnicas y organizativas en los puestos de trabajo en los que el nivel diario equivalente sea superior a 90 dB(A) o el nivel pico supere los 140 dB y señalizar dichos lugares.
  • Mantener archivados los datos de las evaluaciones y controles médicos al menos durante 30 años.

Obligaciones y/o derechos de los trabajadores:

  • Ser formados en la prevención de los riesgos a que están expuestos.
  • Participar en los programas de prevención de riesgos.
  • Estar presentes en las mediciones acústicas.
  • Ser informados de los resultados y de las medidas que deban adoptarse.
  • Solicitar protección auditiva a partir de 80 dB(A)
  • Usar obligatoriamente EPIs a partir de 90 dB(A)
  • Seguir métodos de trabajo correctos par no desvirtuar las mediciones y controles del ruido.

Figura 9-17: ESQUEMA DE ACTUACION DE ACUERDO CON R. D. 1316/1989 DE 27 DE OCT. BOE 263 DE 2 DE NOV 1989. “SOBRE PROTECCIÓN DE LOS TRABAJADORES FRENTE A LOS RIESGOS DERIVADOS DE LA EXPOSICIÓN AL RUIDO DURANTE EL TRABAJO”.

La evaluación del riesgo de exposición al ruido comprenderá la determinación para cada puesto de trabajo del valor Laeq, o Lpico si procede, lo que permitirá clasificar cada puesto en uno de los cuatro grupos de riesgo previstos en la normativa.

La evaluación deberá hacerse inicialmente, cada vez que se creen nuevos puestos de trabajo o periódicamente en los supuestos especificados por el R.D. Los sonómetros y dosímetros empleados en las mediciones deben ser del tipo 2 según las recomendaciones CEI 804 y 651.

Ruidos menores de 80 dB(A) y picos menores de 140 dB

  • Evaluar inicialmente los puestos existentes
  • Archivar resultados

Ruidos entre 80 y 85 dB(A) y picos menores de 140 dB

  • Evaluar inicialmente los puestos existentes
  • Evaluar periódicamente cada tres años
  • Informar y formar a los trabajadores
  • Facilitar protectores auditivos a quien lo solicite
  • Control médico inicial de los trabajadores
  • Control médico cada cinco años
  • Archivar resultados de mediciones y controles médicos
  • Ruidos entre 85 y 90 dB(A), picos menores de 140 dB: Además de lo anterior:
  • La evaluación periódica de los puestos existentes debe hacerse cada año.
  • Deben suministrarse protectores auditivos a todos los trabajadores
  • Control médico cada tres años
  • Ruidos de más de 90 dB(A), picos mayores de 140 dB: Además:
  • Es obligatorio usar protectores auditivos
  • Control médico de los trabajadores cada año
  • Es obligatorio desarrollar un programa de medidas técnicas y organizativas
  • Se debe señalizar la obligación de usar protectores auditivos
  • Se debe delimitar los puestos de trabajo y restringir el acceso.

Tabla 9-3: NIVEL DE RUIDO DIARIO EQUIVALENTE. ACTUACIONES A LLEVAR A CABO EN FUNCIÓN DEL NIVEL SONORO DETECTADO.

CONTROL Y REDUCCIÓN DEL RUIDO

El ruido es un agente físico que nos afecta en todas partes (industria, calle, hogar) y en múltiples actividades (trabajo, comunicaciones, descanso). Todos somos productores de ruido y, por ello, debemos y podemos contribuir a su reducción, disminuyendo la potencia acústica de las fuentes sonoras. Asimismo, a veces está en nuestra mano la posibilidad de reducir nuestra propia exposición, acortando el tiempo de permanencia en ambientes ruidosos y utilizando protección auditiva.

La lucha contra el ruido consiste básicamente en considerarlo como enemigo, planteándose continuamente la pregunta ¿es posible hacerlo con menos ruido?, y actuando en consecuencia.

Acondicionamiento acústico de un local

Acondicionar acústicamente un local significa adaptarlo convenientemente, desde el punto de vista sonoro, al objeto de que en él se puedan escuchar los sonidos deseados al volumen adecuado.

Para ello hay que considerar si la fuente sonora está dentro del local, en cuyo caso los elementos que lo componen deberán poseer una capacidad de absorción del sonido adecuada a su utilización, o si la fuente sonora está fuera, siendo necesario entonces que el local cuente con un aislamiento acústico suficiente para que no se perturben las actividades que en él se desarrollan. Generalmente suele ser necesario poner en marcha ambas condiciones, que a veces resultan antagónicas.

Cuando un sonido incide sobre un obstáculo su energía se descompone en tres componentes principales:

Energía reflejada que vuelve hacia el mismo lado de donde procede.

Energía disipada que se transmite estructuralmente a través del obstáculo y que se convierte parcialmente en calor.

Energía transmitida, que atraviesa el obstáculo y pasa al otro lado.

En general, se considera como absorbida toda la energía que no vuelve del mismo lado en que se encuentra la fuente acústica.

Absorción y aislamiento son dos conceptos opuestos que podemos aclarar con un ejemplo. Si nos situamos dentro de un bunker de gruesas paredes de hormigón, al ser mucho el aislamiento, no escucharemos los ruidos externos o los escucharemos muy atenuados. Sin embargo los ruidos producidos en el interior se verán aumentados y permanecerán en el tiempo, debido a la reverberación de las paredes. Es decir a mucho aislamiento poca absorción.

En campo libre, sin obstáculos, ocurre justo lo contrario; los sonidos que nosotros producimos desaparecen rápidamente y sin embargo escuchamos los que se han producido a mucha distancia, es decir, poco aislamiento y mucha absorción.

La combinación óptima de ambas condiciones sólo se consigue en las cámaras anecoicas, recintos cuyas pesadas paredes tienen gran aislamiento y que, además, están interiormente recubiertas de material absorbente del sonido, con lo que se consigue un nivel máximo de silencio; sólo se siente el propio organismo y la permanencia en ellas por un espacio grande de tiempo puede llegar a ser «angustiosa».

Supongamos ahora que estamos en una sala cerrada y sin amueblar. Nuestras voces, debido a la reverberación, permanecerán en el tiempo y dificultarán la comprensión de la conversación. Si abrimos las ventanas mejorará la absorción de la sala y, como consecuencia, su acústica; siempre que en el exterior el silencio sea mayor que en el interior (cosa poco probable en una comunidad). A medida que se va amueblando y acondicionando la sala, con moqueta, cortinas, tapices, cuadros, muebles, etc. se va mejorando su capacidad de absorción del sonido sin disminuir su aislamiento, hasta conseguir que el tiempo de reverberación sea apropiado.

Otras medidas de control del ruido

El control del ruido puede efectuarse ejerciendo un control administrativo, actuando sobre la fuente productora del ruido, actuando sobre las vías de propagación y en último caso actuando sobre el receptor.

Control administrativo

Consiste en reducir el tiempo de exposición de los trabajadores, utilizando medidas organizativas:

  • Planificación de la producción para eliminar puestos ruidosos.
  • Compra de nuevas máquinas o equipos menos ruidosos.
  • Acortar el tiempo de utilización de las máquinas ruidosas.
  • Realizar los trabajos ruidosos en horas en que existan menos trabajadores expuestos.
  • Dividir el trabajo ruidoso entre varios trabajadores a fin de disminuir el tiempo de exposición de cada uno de ellos.

Actuación sobre la fuente productora de ruido

  • Diseño y compra de máquinas con bajo nivel de ruido.
  • Reducir los impactos que sean posibles
  • Evitar las fricciones
  • Eliminación de vibraciones
  • Utilizar aisladores y amortiguadores
  • Utilizar lubricación adecuada
  • Mantenimiento adecuado de máquinas.
  • Sustitución de materiales.

Actuación sobre las vías de propagación

  • Colocación de pantallas antiacústicas.
  • Aislamiento antivibrátil
  • Revestimientos absorbentes del sonido, apantallados, blindajes
  • Distribución adecuada de máquinas

Actuación sobre el receptor

  • Modificación de horario.
  • Cabinas para el personal insonorizadas
  • Cuando las medidas anteriores no han sido eficaces, se puede recurrir a la protección individual utilizando protectores auditivos, bien sean de tipo tapón, de orejera, etc.