Cada año, en el mundo, millones de trabajadores sufren accidentes de trabajo que les producen lesiones de diversa gravedad. En cada uno de estos accidentes hay dolor físico y psíquico, pérdida de la capacidad de trabajo, preocupación y sufrimiento en la familia del accidentado, y costes económicos para la empresa y la sociedad en general.
Las personas trabajan para ganar su sustento creando riqueza para los demás y los accidentes de trabajo malogran estos dos propósitos porque incapacitan al trabajador para su trabajo, bien sea temporal o definitivamente, y dañan a los bienes humanos y materiales de la sociedad.
Por todo ello es necesario evitar los accidentes de trabajo, tarea ésta en la que tienen que participar todos: los trabajadores, los técnicos y directivos de las empresas, las autoridades del gobierno, etc. Razones éticas, económicas y legales sustentan el creciente interés por evitarlos o reducirlos.
Para analizar el concepto de accidente de trabajo veremos los siguientes apartados:
- Definición según la Ley de la Seguridad Social y ampliación del concepto.
- Objetivos del mantenimiento preventivo frente a los de la Seguridad en el Trabajo.
- Diferencia entre accidentes de trabajo y otras agresiones a la salud y bienestar de los trabajadores.
- Daños personales derivados de los accidentes de trabajo: lesiones.
- Pérdidas ocasionadas por el accidente de trabajo.
Todos tienen un concepto de lo que es un accidente de trabajo y si preguntásemos responderían que se trata de accidentes que producen lesiones y ocurren cuando se está trabajando.
Esta idea coincide con la definición que da la legislación. Según la Ley de la Seguridad Social, «se entiende por accidente de trabajo toda lesión corporal que el trabajador sufre con ocasión o a consecuencia del trabajo que ejecuta por cuenta ajena».
Esta definición legal se refiere tanto a las lesiones que se producen en el centro de trabajo como a las producidas en el trayecto habitual entre éste y el domicilio del trabajador. Estos últimos serían los accidentes llamados «in itinere».
Sin embargo, todo trabajador conoce que los daños que puede sufrir en su trabajo son variados y no siempre se les llama accidente de trabajo. Es el caso de las enfermedades que se contraen en el trabajo y el caso de las molestias y fatigas superiores a lo tolerable que no produciendo enfermedad, causan daño y malestar en la realización del trabajo y al cabo de cierto tiempo acabarán por generar también lesiones.
En el trabajo se producen también incidentes, que sin haber generado lesiones han ocasionado daños materiales o han alterado la secuencia normal de desarrollo del trabajo, llegando incluso a detenerlo.
Así por ejemplo, las averías se caracterizan por que acontecen sin haberlo previsto, alterando el proceso productivo y se diferencian le los accidentes, en que en estos últimos ha existido potencialidad lesiva sobre las personas, aunque no haya llegado a materializarse. El mantenimiento preventivo tiene por objetivo principal evitar averías, a diferencia de la Seguridad en el trabajo que tiene por objetivo principal evitar accidentes.
Se amplía técnicamente el concepto de accidente del trabajo, en vistas a la efectividad de las actuaciones preventivas, con la siguiente definición: Suceso no deseado que interrumpe la continuidad del trabajo y que posee potencial de daño.
Hay que destacar el término «evitable», y que aparentemente es obvio, cuando precisamente los tópicos culturales que pesan sobre los accidentes de trabajo han asumido erróneamente que en ocasiones la fatalidad, e incluso las personas predispuestas (gafes), estaban en su origen.
Admitir que los accidentes de trabajo son evitables, es admitir las bases de trabajo de una Seguridad científica, por la cual con métodos y estrategias adecuadas, partiendo del principio de multicausalidad de los accidentes, se podrá actuar de forma eficaz para lograr niveles de riesgo tolerables. Se tratará al menos de asegurar que determinados accidentes y las situaciones de riesgo que las generan desaparezcan, para tolerar solamente aquello que potencialmente haya de ocasionar daños de muy poca consideración.
Para diferenciar los accidentes de trabajo de las otras agresiones a la salud y bienestar como consecuencia de su trabajo, nos fijaremos en el agente agresivo y en la velocidad de producción del daño.
Se tienen agresiones que causan malestar, insatisfacción, u otros daños inespecíficos, y que, aún prolongándose en el tiempo, no generan lesiones físicas o psíquicas claramente demostrables.
Estas son las que llamamos enfermedades profesionales.
Ejemplos: la inhalación repetida de polvo de sílice (silicosis), o la exposición a plomo durante cierto tiempo (saturnismo), o la exposición prolongada a niveles de ruido elevados (sordera profesional), etc.
Hay agresiones que actuando sólo una vez, o en un plazo de tiempo muy corto producen lesiones identificables de carácter leve, grave o mortal: este tipo de agresiones son los accidentes de trabajo.
La limitación del periodo de latencia en la conjunción de los diferentes factores de riesgo es lo que caracteriza a los accidentes de trabajo. También puede suceder que el daño o la lesión última no se produzca en el mismo instante de producirse el accidente, pero en todo caso el tiempo transcurrido es siempre corto.
LOS ACCIDENTES DE TRABAJO SE CARACTERIZAN POR:
- LA «AGRESIVIDAD» DEL AGENTE MATERIAL
- EL LIMITADO PERIODO DE LATENCIA
Es interesante diferenciar los accidentes de trabajo de los otros tipos de lesiones porque la forma de evitarlas y en particular las estrategias preventivas de actuación pueden ser peculiares para cada una de ellas.
Los daños personales derivados de los accidentes de trabajo, que se denominan lesiones, pueden manifestarse de diferentes formas y tener diferente gravedad. Constituyen la patología específica aguda o sobreaguda del trabajo. Tales lesiones pueden diferenciarse en:
Psíquicas
Las lesiones psíquicas pueden ser muy variadas en función de las circunstancias del accidente y de la personalidad de las víctimas.
Sensorialmente dolorosas
Las lesiones sensitivo-dolorosas suelen ir siempre acompañadas de una vivencia emocional desagradable.
Funcionales o estructurales
Las lesiones funcionales constituyen trastornos en las funciones fisiológicas por el impacto energético derivado del accidente y suelen ir asociadas a lesiones estructurales, por alteraciones anatómicas ante la limitada resistencia del cuerpo humano, que se manifiestan a través de fracturas, amputaciones, heridas y contusiones, entre otras.
Muerte
La muerte es el último desenlace de una lesión funcional o estructural al afectar a órganos y funciones vitales críticas.
En todo caso, sea como fuere y al margen de la lesión o daño físico casi siempre ocasionará pérdidas.
Las pérdidas serán mayores, cuanto mayor sea la gravedad de las lesiones físicas, la importancia de los daños materiales o en último término la repercusión en el proceso productivo o servicio prestado.
Independientemente de las lesiones físicas, los daños que pueden generar los accidentes de trabajo, pueden clasificarse esquemáticamente en :
Pérdidas temporales
Representan los tiempos previstos para el desarrollo de un trabajo. Por ejemplo retrasos por alargamientos imprevistos de los tiempos programados y los paros indeseados.
Pérdidas energéticas
Representan aquellos escapes libres energéticos, incontrolados y también inútiles para el trabajo, por ejemplo una fuga de vapor, o la rotura y proyección del disco de una muela esmeril.
Daños materiales propiamente dichos
Los daños materiales propiamente dichos, representan los deterioros de materiales, productos, instalaciones o equipos, al sufrir un impacto energético sobre los mismos
Para tener una idea de la importancia de los siniestros laborales habrá que conocer su número y gravedad, y para ello hay que recurrir a las estadísticas.
Las agresiones que causan malestar e insatisfacción en el trabajo, pero que no producen lesiones a la salud diagnosticables médicamente, son muy difíciles de contabilizar y no existen estadísticas sobre ellas.
Las lesiones que hemos llamado «enfermedades profesionales», sí que están contabilizadas estadísticamente:
Tabla 14-1: SINIESTRALIDAD LABORAL EN ESPAÑA
Tabla 14-2: SINIESTRALIDAD LABORAL EN ESPAÑA
(VALORES PROMEDIO ANUAL PERIODO 1992-1996)
Estudios históricos, como el realizado por Bird en EEUU. , establecía, siempre con un valor orientativo, que la relación de proporcionalidad entre accidentes de trabajo con baja, accidentes de trabajo con lesión, accidentes sólo con pérdidas materiales y accidentes blancos (sin lesión, ni pérdidas) era de 1:10:30:600.
Aunque esta relación sea diferente según sea el autor que la proponga, se evidencia la importancia del cuantioso número de incidentes que acontecen en las empresas con limitada cultura preventiva. Es sólo ignorancia lo que propicia la desacertada opinión de que en una empresa determinada «nunca pasa nada», que no favorece a la prevención de riesgos laborales, y que tampoco facilita el desarrollo de una cultura de trabajo bien hecho.
Dado que en realidad el accidente de trabajo es el resultado, en términos probabilísticos, de una situación de riesgo, cabe afirmar, que actuando de forma clara y contundente para minimizar el número de incidentes se evitarán los accidentes con lesión, y con incapacidad laboral.
No es utópico que cada vez más empresas se planteen como objetivos alcanzables el tener cero accidentes. Evidentemente se trata de evitar totalmente los accidentes de cierta importancia, lo que no es difícil si se actúa correctamente.
Buscar el origen de los accidentes laborales conlleva el estudio de las causas y factores que pueden ocasionarlos.
Será importante tener en cuenta el sector productivo al que pertenecen y el buscar un sistema de prevención.
Habrá que preguntarse por qué se produce este elevado número de accidentes de trabajo y, si se conoce la importancia que tienen, también cuál es la causa de que no se ponga remedio eficaz a los mismos.
Los motivos son diversos pero pueden destacarse los siguientes:
- Ya se ha advertido que las causas de los accidentes normalmente no producen molestias (un hueco sin cubrir, un cable eléctrico sin proteger, una alarma de seguridad anulada, etc.), por lo que no se tiene prisa en solucionarlas pues no entorpecen el desarrollo del trabajo. Por otro lado los accidentes pueden ocurrir o no ocurrir aunque existan las causas.
- A diferencia de las enfermedades profesionales o el malestar por el trabajo, que resultan de una agresión continuada que se puede detectar y corregir con el tiempo, el accidente es repentino y en muchos casos inesperado. Invertir dinero y esfuerzo en algo que puede o no ocurrir, es causa de que en muchas ocasiones se tiente a la suerte, por considerar que no va a pasar nada.
- En otras ocasiones se desconoce la existencia de un peligro por quienes están expuestos al mismo.
- Otra causa principal es la limitada conciencia social y empresarial de las pérdidas humanas y económicas que supone la ocurrencia de un accidente.
Los factores causales de los accidentes son muy diversos:
- Condiciones materiales y medio ambiente de trabajo, unos con una relación directa con el accidente y otros con una implicación más difusa.
- Deficiencias en la organización Fallos de gestión
En su origen los accidentes de trabajo son debidos a fallos de gestión, por no haber sido capaces de eliminar el riesgo o en su defecto de adoptar las suficientes medidas de control. Lamentablemente para tomar conciencia de ello se requiere profundizar en el análisis causal, además de tener sensibilidad preventiva…
□ Comportamiento humano.
Errores humanos
Se llega a asumir con demasiada ligereza que los accidentes se deben a actuaciones peligrosas de los propios trabajadores, sin tener en cuenta que en el origen de tales actuaciones puede haber: insuficiente formación en el puesto de trabajo, ausencia de método o procedimiento de trabajo, o incorrecta planificación y organización del trabajo.
En el fondo casi siempre se puede encontrar a alguien que no diseñó acertadamente una máquina o un puesto de trabajo, o que no tuvo en cuenta las necesidades formativas en el mismo, o que no planificó adecuadamente el trabajo a realizar.
Desde el punto de vista preventivo no tiene demasiado interés averiguar quienes son los responsables de los errores. Lo importante es detectar que se han producido tales errores y saber cómo se ha de actuar para evitarlos.
Actuar sólo de forma parcial sobre algunas de las causas que generan determinados accidentes y no hacerlo sobre las más importantes y sobre todo, sobre aquellas que son determinantes en su materialización no resuelve de forma efectiva el problema, llegándose a la paradoja de que la inversión realizada se transforma en gasto.
Factor técnico – Factor humano
Históricamente se ha producido una dicotomía entre el factor técnico y el factor humano del accidente de trabajo, diferenciando así dos grandes grupos de causas originarias. Si bien es cierto que las causas más inmediatas en la secuencia final del accidente suelen tener componentes de inseguridad material y de comportamiento humano incorrecto, quedarse a ese nivel puede producir graves equívocos.
Los accidentes en los distintos sectores productivos
Si se analiza el cuadro relativo a los porcentajes de los diferentes tipos de accidentes de trabajo en España, distribuidos por sectores, se desprenden una serie de reflexiones. para definir prioridades.
AGRICULTURA | INDUSTRIA | CONSTRUCCIÓN | SERVICIOS | TOTAL | |
Superficies de tránsito o de trabajo | 12.46 | 6.52 | 9.23 | 9.33 | 8.35 |
Herramientas manuales | 7.90 | 7.71 | 7.52 | 7.86 | 7.62 |
Transportes rodantes (excepto remolques y tractores) | 3.51 | 4.99 | 4.32 | 12.97 | 7.64 |
Productos metálicos | 3.38 | 1.03 | 12.57 | 2.98 | 4.27 |
Productos empaquetados | 11.75 | 6.83 | 5.01 | 4.75 | 5.85 |
Tabla 14-3: PORCENTAJE DE LOS PRINCIPALES AGENTES MATERIALES DE ACCIDENTES DE TRABAJO EN LOS DIFERENTES SECTORES PRODUCTIVOS EN ESPAÑA
ACCIDENTES | AGRICULTURA | INDUSTRIA | CONSTRUCCIÓN | SERVICIOS | TOTAL |
MORTALES | |||||
Atropellos o golpes con vehículos | 10.52 | 15.26 | 14.28 | 35.36 | 22.08 |
Caídas a distinto nivel | 18.42 | 18.03 | 33.20 | 5.08 | 14.65 |
Caídas de objetos desprendidos | 0 | 0.80 | 3.08 | 1.06 | 1.40 |
Atrapamientos por o entre objetos | 7.01 | 8.83 | 3.08 | 1.60 | 3.41 |
Exposición a Contactos eléctricos | 1.75 | 6.42 | 7.33 | 0.80 | 4.01 |
GRAVES | |||||
Atrapamiento por o entre objetos | 12.27 | 31.91 | 7.51 | 7.07 | 14.67 |
Golpes por objetos o herramientas | 14.81 | 11.55 | 8.96 | 7.33 | 9.69 |
Choques contra objetos móviles | 2.45 | 2.32 | 1.69 | 3.14 | 2.51 |
Caídas a distinto nivel | 23.11 | 13.58 | 42.79 | 18.50 | 23.08 |
Caídas al mismo nivel | 9.82 | 5.11 | 5.94 | 12.65 | 8.73 |
TOTAL CON BAJA | |||||
Atropellos o golpes con vehículos | 20.64 | 21.15 | 19.97 | 16.38 | 19.11 |
Sobreesfuerzos | 19.0 | 21.46 | 19.86 | 21.79 | 21.09 |
Caídas al mismo nivel | 14.14 | 6.74 | 9.03 | 12.82 | 9.94 |
Proyección de fragmentos o partículas | 3.85 | 8.67 | 7.94 | 3.83 | 6.42 |
Caídas a distinto nivel | 11.97 | 5.52 | 11.34 | 10.44 | 8.96 |
Tabla 14-4: PORCENTAJE DE LOS PRINCIPALES TIPOS DE ACCIDENTES DE TRABAJO EN LOS DIFERENTES SECTORES PRODUCTIVOS (EXCLUIDOS LOS IN ITINERE) EN ESPAÑA
AGRICULTURA | INDUSTRIA | CONSTRUCCIÓN | SERVICIOS | TOTAL | |
Índice de gravedad (IG) (Jornadas perdidas por cada 1000 horas/hombre trabajadas | 0.4 | 1.30 | 2.06 | 0.56 | 0.82 |
Índice de duración media (IDM) (Días promedio de baja por accidente) | 29.4 | 22.7 | 24.0 | 24.6 | 24.1 |
Tabla 14-5: ÍNDICES ESTADÍSTICOS DE GRAVEDAD Y DURACIÓN MEDIA POR SECTORES PRODUCTIVOS EN ESPAÑA
Pueden definirse como el conjunto de actuaciones sistemas y métodos, dirigidas a la detección y corrección de los distintos factores de riesgo que intervienen en los accidentes de trabajo y al control de sus posibles consecuencias.
Están dirigidas en último término a actuar sobre los dos elementos necesarios para que ocurra el accidente: la conjunción de fallos materiales, de gestión y errores humanos. Todo ello mediante adecuados procedimientos de gestión.
Atendiendo al ámbito de aplicación, las técnicas de seguridad, es decir el conjunto de técnicas de Prevención y Protección pueden clasificarse en:
Generales o inespecíficas
Estas técnicas son aplicables a cualquier tipo de actividad o riesgo profesional. Específicas sectoriales concretas
La aplicación de este tipo de técnicas se limita a riesgos concretos eléctricos, químicos, mecánicos, de incendio, etc. o a ciertas actividades, por ejemplo, industrias, minería, construcción.
En función de su sistema de actuación se clasifican en Analíticas y Operativas:
Figura 14-2: TÉCNICAS DE SEGURIDAD
Técnicas analíticas de seguridad
Las técnicas analíticas tienen por objeto la detección de los factores de riesgo, la evaluación de los riesgos propiamente dichos y la investigación de las causas que han provocado accidentes para extraer experiencias.
Previas al accidente | Posteriores al accidente |
– Estudio y análisis documental de riesgos | – Notificación de accidentes |
– Análisis histórico de accidentes | – Registro de accidentes |
– Control estadístico de la accidentabilidad | – Investigación de accidentes e incidentes |
– Verificación del cumplimiento de las reglamentaciones | – Análisis estadístico dela siniestralidad |
– Evaluaciones de riesgos – Revisiones e inspecciones de seguridad – Observaciones del trabajo – Control global de la calidad del proceso productivo y de los productos |
Tabla 14-6: TÉCNICAS ANALÍTICAS DE SEGURIDAD
Las técnicas operativas pretenden disminuir las causas que originan los riesgos, tanto dirigiendo su acción hacia los aspectos técnicos y organizativos del trabajo como hacia el propio trabajador.
- Prevención
Elimina o disminuye el riesgo en su origen.
Es siempre prioritaria.
Minimiza la probabilidad de materialización del acontecimiento indeseado. Por ejemplo utilizando una energía o un producto menos peligroso o diseñando un sistema de seguridad intrínsecamente seguro, de forma que elimine el riesgo o evite la exposición al mismo.
- Protección
Minimiza las consecuencias del accidente.
Es complementaria a la prevención. Por ejemplo, instalando resguardos en máquinas o utilizando equipos de protección individual.
- Normalización
Regula el comportamiento humano seguro.
Complementa las medidas de prevención y protección. Lo forman los Manuales de Prevención, procediemiento de trabajo, normas de materiales, etc…
- Señalización
Indica, advierte, prohibe, orienta, sobre determinados factores de riesgo.
Es del todo complementaria a las anteriores.
Las informaciones destacables al ser percibidas por cualquiera de nuestros sentidos contribuirán a que las personas actúen correctamente sin dudar.
- Formación e información
Siempre imprescindible para asegurar la eficacia de las otras técnicas y sobre todo para que las personas actúen de forma segura.
Todo el personal con mando, desde los directivos a los mandos intermedios debieran impartir acciones formativas en el seno de la empresa para que sus colaboradores hagan bien y de forma segura su trabajo. También todos los miembros de la empresa debieran estar inmersos en un plan de formación continuada, básico para mantener actualizados los conocimientos y destrezas en el trabajo y favorecer el crecimiento intelectual que las personas y las organizaciones necesitan.
Cabe reseñar que el grado de efectividad de las medidas operativas es variable de tal forma, que se puede afirmar que la Prevención siempre resulta más efectiva que la Protección, como también son más efectivas todas las medidas que se hayan aplicado en la fase de concepción y diseño, frente a las medidas de corrección de situaciones deficientes, ya que además en estas últimas el coste económico de las correcciones suele ser mayor.